Trabajando con los equipos de venta, ayudamos a la puesta en marcha de su nueva orientación en la gestión de la mora, en consonancia con la filosofía de la empresa de apoyo total a sus clientes.
La base principal de la acción es la cuenta comercial y su correcta gestión por parte del delegado de ventas. El control de cobros y la recuperación de la mora se convierte en un campo más de su trabajo, bajo un concepto de servcio integral al cliente. Tratamos la morosidad como una situación, antes que como una actitud del cliente, en la que la negociación, las facilidades y la continuidad de la relación comercial son las herramientas de trabajo.
Es del lado del personal de la empresa donde cultivamos una actitud positiva en el enfoque del problema. El estado de ánimo de los vendedores de calle, los supervisores y responsables máximos comerciales, se debe mantener tan elevado como sea posible ante las dificultades de sus clientes o de lo contrario se crearán fracturas en la relación, del tipo "ese es su problema", reduciendo su capacidad de maniobra en la negociación.
Por último, hemos intentado, entre todos, reducir las incidencias por errores de gestión y reducir, también los costes de recuperación, mediante el ordenamiento de la deuda, su análisis pormenorizado, la calendarización de los cobros y otras acciones recuperatorias.